Analisis de una imagen - EGGLESTON



Eggleston empezó a realizar sus primeras imágenes a color en 1966 y fue uno de los fotografos en romper con el paradigma en la creación artística de fotos introduciendo el color a las suyas en contraposición a fotógrafos como Walker Evans que decían que la fotografía a color era vulgar, o a otros autores que se anteponían al uso del color en las fotografías explicando que las emociones humanas no se pueden expresar a color o que el blanco y negro eran el color de la fotografía.


En esa época, el color no era parte de la creación artísticas de la fotografía, este estaba reservado a la publicidad y a la fotografía “amateur”.



Untitled,1970. Un autorretrato de Eggleston.






The red Ceilling (1973, EEUU) es, seguramente, su foto más emblemática. 


Eggleston pensaba que los colores impresos en técnicas tradicionales nunca lo dejarían satisfechos y, tal es así, que para esta y mucha de sus fotografías usa un proceso conocido como “transferencia de tintes”, basado en la formación de color mediante el sistema substractivo, A partir de un negativo en color o de una diapositiva, y utilizando máscaras para controlar el contraste y la sobreexposición, se obtienen tres negativos de separación de color exponiendo el original a través de filtros rojo, verde y azul, respectivamente, sobre tres negativos en blanco y negro, de los cuales se realiza una matriz capaz de absorber los colorantes. La superposición sucesiva sobre el papel o el plástico tendrá como resultado la transferencia de los colorantes a estos materiales de soporte.

De allí que sus imágenes tengan unos colores tan puros, saturados y vibrantes.


Dye Transfer, o en español, transferencia de tintes.


Lo mismo hace con el tipo de rollos que utiliza para este tipo de imágenes: un Kodachrome, usado tanto como para fotografía y para cine

El especial proceso de revelado de este tipo de rollos daba como resultado unos colores vivos y brillantes.


La fotografía se hizo sobre una película de 35 mm (relación de aspecto de 3:2) y podemos deducir la distancia focal está en aproximadamente en 35 mm gracias a ciertos indicios como, por ejemplo, que la foto no está tomada a una altura “humana” normal, si no que parece que se tuvo que ayudar con un banquito o escalera para sacar la foto. Al ayudarse con eso, trabajar sobre una esquina de una “habitación” (en realidad, es un espacio creado para la imagen) y seguir captando el espacio de manera tan “abierta” tuvo que abrir la distancia focal. Con un 55 mm, que es un lente normal tampoco lo lograría (para comprobarlo solo basta con subirse a un banquito y observar una esquina de una habitación en una distancia correcta o parecida a la de la imagen). 


Sobre la apertura, creo yo que utilizó un diafragma bastante abierto, diría que un 5.6, ya que la zona donde hay foco o nitidez es limitada. El final del espacio parece estar difuminado (las siluetas y las palabras del “kamasutra” no se ven con total nitidez).


Al ser una imagen estática se hace difícil poder calcular la velocidad que utilizo, pero ayudándome del tipo de rollo que usa (que pigmenta tan vibrante y saturados los colores) y una foto del making of que encontre, podría decir que, al estar el rojo apagado en sus esquinas, tuvo que exponer en una velocidad baja, diría a 1/60, para poder lograr nitidez sin movimiento y lograr una exposición correcta con los demás parámetros.


Como ya vimos en el backstage de la fotografía Eggleston crea un espacio controlado y creado para esta. Vemos que no deja entrar ninguna luz que no le interese ayudándose de una única luz apoyada en el piso, elige el los colores y objetos que va a retratar. Va más allá de la decisión de dónde posicionar la cámara, si no que importa y crea un espacio, con sus propias características para dar con un efecto particular.

En este sentido, el rojo del espacio, los colores del kamasutra junto a un negro contrastante siguen la línea estética de Eggleston: hacer que los colores hagan su propio trabajo de enraecimiento en el receptor.


Más allá del color también podemos notar la “incomodidad” en sus rectas: 

  • una línea negra que se corta en la esquina que continúa como una zona no pintada de rojo en la pared y se reconvierte en un papel enrollado pegado sobre la pared. 

  • Los cables que no se entiende porque son tantos y por que se conectan de forma incómoda a la luz.

  • una especie de ventana al costado izquierdo que no va a ningún lado.


Gracias a estos creo que Eggleston ha logrado crear una obra de arte sobre la decadencia, que nos logra poner incómodo, que nos da una sensación de encierro, o que nos pone alerta. 

También podemos ver el kamasutra a su costado, lo que nos hace preguntar si habla de la sexualidad, y si lo hace, por que lo junta con una habitación tan fea.

Yo pienso que es una manera de seguir desgastandonos, de seguir sugestionandonos con la idea de que este espacio no es cómodo, de que la fotografía nos shokee por donde la miremos, que no tengamos otra opción que seguir recorriendo la imagen de manera incómoda, de manera que este no nos deja inmóvil nunca.

Creo que Eggleston ha podido producir a través de lo que pareciera una fotografía que podría haber hecho una persona amateur cuasi por accidente en un motel en una fotografía que hable de lo alarmante, de lo decadente y de estas dos juntas convergiendo en una sensación de encierro.


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